Hola amigos,
Ya estamos en Japón. Después de un largo viaje (con escapada a Amsterdam incluida... había que aprovechar las 7 horas de espera), desembarcamos en Tokio o, más bien, en el aeropuerto de Narita y, como no entendíamos ni papa, pues nos fuimos directos a inmigracion (que somos muy bien mandaós); pero no era lo que correspondía. Así que, salimos y volvimos a entrar en zona internacional para esperar al nuevo avioncito de la JAL que nos llevaría a Osaka. Eso sí, habiendo cumplimentado varios papelitos previamente con un montón de datos, habiendo dejado registradas nuestras huellas dactilares y habiendo sido fotografiados debidamente: ya estamos fichaós.

Pero la sorpresa fue mayor cuando llegamos al punto de recepción de las maletas... jejeje... apareció en lugar de una maleta un cartel que decía en bilingüe inglés-japonés: Mr. Zamorano García, Juan José, diríjase al mostrador de personal de tierra de la JAL... jjorrrrr. Pues la maletita se quedó echando unos porritos en Amsterdam. Así que, después de la debida cumplimentacion de otros formularios (eso si siempre con la atenta y servicial ayuda de un operari@ de la JAL y después de jurarnos y perjurarnos que la maleta la tendríamos el martes en Kyoto, sin falta salimos hacia la ciudad. Eso sí, con una bonificación de 10000 yenes por las molestias.

Salimos del aeropuerto y nos damos cuenta del bochorno que hace.... es horriiiiiiibleeeeeeee... sólo sudar y sudar. Compramos un billete, caro, por cierto, en dirección a Shin-Osaka Station y, después de tener que esperar a que un regimiento de limpiadores muy bien dirigidos y coregrafiados, como si de un ballet se tratara, terminara su labor, por fin salimos y el tren se para en una estacion y sigue parado y eso que era el rápido-express y sigue parado después de una eternidad comienza a andar. Conclusión: nuestros planes de visita de la ciudad nocturna al garete.

Localizamos el hotel y un sito para cenarrrrrrr "rica rica rica" .

Ya es martes: desayuno uno tradicional y otro continental divertido......... salimos a Dotonbori, barrio que de noche tiene que ser como estar en la peli de Blade Runner y de día es alucinante: lleno de neones, tiendas, pachinkos, garitos y puestecillos de comidas y mucha gente. También nos damos cuenta que son ciudades con vida arriba y abajo, ¿abajo? Sí las estaciones de metro son como otras ciudades con mega centros comerciales llenos de tiendas y gente. Después, visitamos el parque del castillo y, por último, nos dirigimos a obtener una panorámica de la ciudad desde dos torres de 43 pisos unidas a partir del piso 40, y a cuya azotea se accede desde una escalera mecánica que está colgada en el aire: el Sky Garden es realmente muy bonito y las vistas son estupendas con esta luz de atardecer
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Recogemos nuestras maletas, bueno la maleta que tenemos, cogemos un tren y a Kyoto desde donde ahora os terminamos de escribir estas letras.
Mañana ya os contaremos si la maleta llegó o no, jajajajaja y nuestra primeras impresiones esta ciudad.